jueves, 29 de marzo de 2012

Experimentando con wordimagesoundplay (PS2)


¿Qué pasaría si metiésemos en una misma habitación a artistas, diseñadores, músicos y escritores y les propusiésemos crear un juego? ¿Y si lo ambientamos con canciones de una conocida banda inglesa de electrónica? Pues saldría nada más y nada menos que wordimagesoundplay, un extraño producto experimental que roza las líneas de lo que entendemos a día de hoy por "juego". Detrás de esta carátula se esconde un título que intenta avanzar en lo que definimos como mundo del videojuego, a puro golpe de creatividad y gafapastismo.

Creado por Tomato, un colectivo inglés con todo tipo de personajillos del mundo del arte, este título nos trae una aventura experimental sin argumento ni cometido. Un universo simple, dividido en cuatro partes bien diferenciadas que nos anima a tomar asiento en nuestro sillón y relajarnos mientras bebemos un poco de whisky del bueno, leyendo relatos, mirando fotos e intentando comprender qué demonios está pasando dentro de tu televisor.

Al encender la consola, y después de un pequeño menú principal, nos encontramos con una especie de sub-menú de elección de misión con cuatro posibles opciones: latlong, miracles and wonders, phonology y sleeping eye, cada uno de ellos correspondiendo a cada una de las palabras que componen el título del juego. Cada una de estas fases es un mundo completamente diferente, sin nada que ver con las otras partes, y merecen ser criticadas separadamente.

Tal como dicta el orden de palabras del título, empezaremos por latlong, que corresponde a la palabra word, por lo que ya vamos deduciendo de qué va a ir la pantalla, y lo que vamos a tener que hacer en ella, es decir, leer. Nada más entramos en esta sección, vemos una fila y una columna interminable de palabras moviéndose para arriba y para la derecha y entrecruzándose entre sí, mientras vemos un vídeo de fondo con muchos efectos visuales, todo a ritmo de una pegadiza melodía de Underworld, la banda inglesa electrónica a la que me refería anteriormente.


A medida que vamos leyendo las dos historias, nos damos cuenta de la existencia de unas cuantas palabras marcadas, que sobresalen del resto y están presentes en los dos textos, y que al alinearlas con los botones de dirección conseguimos que se intercambien entre ellas, cambiando el vídeo y la música de fondo, a un tono mucho más oscuro y melancólico.


Los textos los podéis encontrar aquí y aquí. Y ya está, la pantalla simplemente acaba aquí. Nos leemos las dos historias escuchando música relajante, y nos vamos al siguiente capítulo: miracles and wonders.

Nada más entrar, percibimos algo importante, podemos movernos. Nos rodea un espacio blanco, con varios cuadros numerados flotando en distintos lugares de la sala. La experiencia consiste en llegar en orden hasta ellos y leer la historia que aparece ante nuestros ojos, a medida que vamos escuchando una voz femenina o masculina (seleccionable en el menú principal del juego) que la va leyendo por nosotros. Detrás del texto van pasando imágenes relacionadas, dando juego a la palabra que define esta parte, image.


Pasamos pues, a la parte más extraña del juego. Mientras las dos últimas simplemente nos contaban una historia, la siguiente no nos cuenta nada en absoluto. Se trata nada más y nada menos que de phonology (por parte de nuestra amiga, la palabra sound), una especie de créditos donde aparecen pequeños vídeos de los creadores, realizando sonidos y gestos a base de loops, pudiendo verlos por separado y juntarlos todos a modo de pieza musical. Todo muy bizarro.

Si bien las otras partes han sido tranquilas, creativas y en cierto modo, bonitas, esta parte destila una gafapastería barata de arte moderno increíble, aunque sea de todas formas, una forma bastante original de presentar a sus creadores y dárnoslos a conocer, porque en cierta manera, una imagen (e incluso un acto o frase), significa mucho más que un simple nombre en una lista interminable.


Después de esta emocionante (y para qué nos vamos a engañar, divertida) parte, entramos en quizás la parte más compleja del juego, el apartado dedicado a play: sleeping eye. Porque al fin y al cabo es un juego, y de alguna manera tendríamos que interactuar, aunque sea a base de minijuegos, bastante diferentes entre ellos.

La pantalla principal de esta sección es una especie de puzzle, basado en distintas piezas, que al seleccionarlas, se mueven y dan paso al título de un minijuego aleatorio, que puedes o bien empezar a jugarlo, o seleccionar otra pieza y ver si esta vez te sale uno que te guste. A partir de esta pantalla también puedes acceder al final del juego, un vídeo con una bonita canción de Underworld de fondo, que nos muestra los distintos minijuegos y personajes principales de esta parte, un caballo y un conejo, interactuando, mientras aparece un texto flotante relacionado en cierta manera con el argumento (si es que se puede llamar así, claro).

Los minijuegos son bastante curiosos y entretenidos, y a su manera diferentes entre ellos. Algunos van desde la simple selección de opciones hasta la resolución de un laberinto. Incluso hay uno de ellos que lo único que tienes que hacer es mover arriba y abajo una rama de árbol, como si de un órgano genital masculino se tratase. Todos ellos muy fáciles, aunque es de suponer que no es la dificultad lo buscado en esta parte del juego, si no la simple interacción, mostrando imágenes, textos metafóricos y contando una especie de historia relacionada con los protagonistas de la pantalla.


Uno de los minijuegos más extraños es el consejo del caballo, donde aparece dicha figurita y suelta una especie de consejo absurdo con voz robótica y una inquietante música de fondo. Tales como "do the donkey, not the monkey", "love love and do not love hate" o "side two of heroes is really good, but fragile man, like gentle mmm its good shit". Aquí un ejemplo:



Y aquí la canción del vídeo final, remix de la canción Mo Move de Underworld:


Un juego que quizás no sea del agrado de todo el mundo, pero que bien intenta romper esas barreras que separan el mundo de los videojuegos y el arte, intentando crear algo fuera de lo normal, que pocas veces se había visto antes. Jugando con la creatividad, la metáfora y la imaginación del usuario, crea una atmósfera artística, relajante, y prepara al jugador a experimentar sensaciones nunca vistas antes en un videojuego, una especie de camino guiado por un contenido que puede no gustarle a muchos, y que sin duda alguna podría pulirse un poco más. Es una pena que estos títulos no sean demasiado famosos y las empresas no apuesten por ellos, estoy seguro que saldrían verdaderas joyas partiendo de algo tan cutre como podría ser este pequeño boceto sobre el arte dentro del mundo videojueguil.

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